La fecha máxima para regresar a territorio chileno en tanto, será el 20 de marzo.
Luego de varios años, los crianceros de Chile volverán a trasladar su ganado hacia la cordillera de San Juan en los Altos Valles de Calingasta. Las veranadas 2024-2025 comenzarán en diciembre, marcando un hito en esta tradición ancestral que beneficia a miles de familias. Sin embargo, este regreso viene acompañado de controles más rigurosos por parte de las autoridades argentinas y los superficiarios. Entre ellos, un representante de los propietarios de predios afirmó que usarán drones para supervisar el ingreso de animales.
Antes de cruzar a los Altos Valles de Calingasta, los 25.000 animales que se espera participen en las veranadas deberán ser desparasitados por el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile. Además, las autoridades argentinas han implementado un sistema estricto de fiscalización para regular el ingreso del ganado.
Uno de los requisitos primordiales para autorizar la subida del ganado a los altos valles de la cordillera es la desparasitación de ganado caprino, proceso que se inició este lunes 18 de noviembre y contempla una inversión regional de $416 millones, con los que por primera vez, se busca desparasitar el 100% de los animales, partiendo con el ganado de aquellos crianceros que esta temporada se movilizarán hasta territorio argentino.
Gabriel Guevara, propietario de uno de los predios que recibe al 90% del ganado chileno, destacó la importancia de este control. “Vamos a poner gente a supervisar. Los que ingresen tendrán que firmar un contrato y declarar el número exacto de animales que ingresen. El criancero que declare menos de los que lleve podría ser sancionado, incluso con el decomiso de excedentes”, explicó en el diario El Día de Chile.
Según Guevara, esta medida busca regular una actividad que, aunque tiene más de 200 años de historia, ha sufrido irregularidades en los últimos años debido a ingresos no autorizados durante la pandemia.
A pesar de las restricciones, Guevara enfatizó la importancia de las veranadas tanto para los crianceros chilenos como para los propietarios argentinos. “El pastoreo en los valles cordilleranos permite que el ganado se mantenga fuerte y sano durante el resto del año. Sabemos que en Chile las pasturas no están en buenas condiciones, y la falta de agua pone en peligro a los animales”, señaló.
Además, los superficiarios argentinos han solicitado al Ministerio de Defensa el uso de drones para reforzar el control en los accesos y garantizar que solo ingresen aquellos con autorización.
David Arancibia, presidente del Comité de Crianceros de Monte Patria, expresó su esperanza de que esta tradición pueda mantenerse viva. Sin embargo, alertó sobre los crecientes costos en dólares asociados al traslado del ganado. “Es un esfuerzo económico muy grande para nosotros, pero estamos comprometidos a cumplir con las condiciones impuestas por Argentina”, afirmó.
Por su parte, el gobernador de Coquimbo, Darwin Ibacache, aseguró que están trabajando para garantizar un proceso organizado. “El convenio que vamos a firmar asegura un marco normativo claro, lo que no teníamos desde 2019. Hemos avanzado, pero reconocemos que se pudo haber comenzado antes”, indicó.