Laburante de toda la vida. Cómo el sacrificio y esfuerzo por mérito propio, forjó la personalidad de un hombre que humildemente cuenta su día a día para Diario Revolución Calingasta.
Mañana calurosa en la capital de Calingasta, Tamberías. Un lugar donde emergen cuantiosas historias dignas de que la sociedad las tome como propias. El motor que tracciona la economía de esta localidad fue desde siempre la agricultura, esto se fue dando de mayor a menor con el pasar de los años ante las difilcutades de competir con otras industrias.
Interiorizarnos del trabajo del productor es interesante, puede ser solitario, díficil y presentar decenas de obstáculos pero tiene momentos que llenan de felicidad y orgullo. En esta ocasión, Don Alejandro Gamboa plácida y amablemente nos devela las difilcutades, aciertos y errores en el cultivo de la tierra. Padre, esposo, abuelo y en sus casi 50 años, «Nico» – como se lo conoce en Tamberías – fue albañil, miembro del Concejo Deliberante e incursionó en la vida institucional del Club Sportivo Tamberías como presidente, para nombrar algunos de sus oficios.
¿Alejandro, es nacido en Calingasta?
Soy nacido y criado acá en Calingasta, Tamberías. Mi niñez, adolescencia y la etapa de adulto la hice orgullosamente en este lugar.
¿En qué momento tuvo contacto con la tierra y porqué?
Desde hace 18 años y lo hice más que nada por una necesidad. Yo soy albañil y no me gusta, tenía que buscar algo que me gustara y fuera más rentable, a mi me gusta mucho trabajar la tierra. La chacra es una lotería, hay años buenos y malos y todo va en base a la economía mala que tiene la Argentina, el costo de los insumos como por ejemplo los fertilizantes suben de forma desenfrenada por el dólar y es todo un tema.
¿Cuántas héctareas a logrado sembrar este año?
5 héctareas de ajo y un poco de cebolla.
¿Qué productos comercializa?
Hice en su momento ajo chino/morado y ya no lo hago por falta de personal, cebolla morada, ajo blanco y chino. En el año también se planta papa, alcayota, tomate, orégano, sandía, zapallo inglés, melones, zanahoria, porotos.
¿Cómo se trabaja para producir? ¿Es costoso si hablamos de números?
Primeramente necesito hacer la base que es la preparación del suelo, luego por héctarea se colocan 4 o 5 bolsas de abono que siginifican anualmente algo de 16 bolsas, que tienen un costo de 25 mil pesos cada una. A esto hay que agregarle la mano de obra y el alquiler por héctarea de la tierra, los números son grandes para llevar adelante este trabajo. Es una chacra cara.
¿En general, a mermado la producción en estos últimos años?
Yo pertenezco a la Coooperativa Agropecuaria Tamberías y en el año 2007 más o menos en aquella época entre los socios de la cooperativa plantabámos algo de 80 a 90 héctareas. En la actualidad no llegamos ni siquiera a 30. Se desaparecieron los productores lamentablemente.
¿A que le atribuye eso?
A un poco de todo, más que nada a la situación ecónomica. Los productores ni nadie pueden competir con industrias como la minería en materia de sueldos. Por ejemplo un trabajador chacarero puede ganar 100 mil pesos por mes pero en minería pagan tres o cuatros veces más, así es imposible.
«Muchos piensan que el productor es millonario y no es así, casi nadie ve el camino recorrido. Aquí tiene su recompensa el que es constante. Los oportunistas plantan un ajo y creen que van a ganar inmediatamente y están equivocados. En mis años de experiencia aprendí eso».
Alejandro Gamboa
Productor de Tamberías
En épocas de cosecha se dice que la gente no quiere trabajar en la tierra, ¿esto es real?
Es cierto no se consigue gente para trabajar, por eso llegan laburantes de la Ciudad de San Juan son de esas cuadrillas que vienen espontáneamente a la cosecha y uno tiene que pagar lo que ellos dicen no lo que uno ofrece y este fenómeno se da porqué casi no hay gente para trabajar. Antes esto no pasaba. Pagamos caro pero levantamos la cosecha, es lo importante.
¿El producto final, adonde va a parar?
La cebolla y otros productos mayormente abastecen el mercado interno mientras que el ajo en gran medida se exporta a lugares como Francia y Estados Unidos.
Qué satisfacción…
Es un orgullo enorme porqué la calidad de nuestro suelo no la tiene nadie. La calidad es más importante que la cantidad eso es lo que pienso.
San Juan vive una sequía sin precedentes, hubo falta de agua para la siembra?
Gracias a dios en ningún momento he sufrido por falta de agua en eso hemos sido privilegiados. Por suerte estamos bien en eso.
Más allá de lo productivo, ¿trabajó en política y fue presidente de Tamberías?
Exactamente. Fui desde el 2003 al 2011 presidente de mi amado Club Sportivo Tamberías y consejal del peronismo en el período 2011/2015 en la época de Robert Garcés.
¿Hubo algún ofrecimiento para volver al club?
Siempre, pero mis tiempos son cortos y creo que cumplí un ciclo. Soy hincha del club y lo amo pero ahora soy un colaborador y para lo que necesite el club, estoy. Hay que saber darse cuenta que todos cumplimos un ciclo.
¿Qué filosofía de vida lleva adelante?
Hay que aprovechar el día a día. La pandemia nos enseñó a apreciar más la vida, hoy estamos mañana no. Yo soy de esas personas que no guardan ni una moneda, por suerte no fumo no me gusta la timba ni nada lo que sí, salgo con mi esposa y familia a cualquier parte de Calingasta así sea abajo de un sauce a comer un asado, apenas tengo un tiempo agarro mi camioneta y parto a disfrutar. No se debe vivir para trabajar sino trabajar para vivir, esta manera de ser me la inculcó mi viejo.
No hay una sola práctica en la tierra por la que debamos agradecer más que por la agricultura. Desde tiempos inmemoriales, ella se ha transformado en la gran aliada del ser humano para el trabajo de la tierra, el cultivo y, claro, la alimentación y mantenimiento del cuerpo. A partir de que los primeros hombres comenzaron a cultivar semillas y alimentarse de ellas, la agricultura se convirtió en la base de desarrollo económico y social de todas las civilizaciones. De la agricultura depende nuestra supervivencia, nuestra salud, nuestra economía y nuestro desarrollo social. La agricultura es, entonces, una práctica esencial para la vida.
Detrás del alimento está el campo y su gente como Alejandro y este es nuestro humilde reconocimiento desde Diario Revolución Calingasta.
Galería de fotos












