Jorge Castro aclaró que el freno no responde a una decisión política, sino a un problema administrativo con los contenedores.
El decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ, Jorge Castro, se refirió al movimiento generado tras los entredichos sobre el posible freno al proyecto del radiotelescopio chino que se construye en Calingasta. Según explicó, la demora actual no tiene que ver con una decisión política del Gobierno nacional, sino con una serie de inconvenientes administrativos en la Aduana.
Castro contó que este miércoles mantuvieron una reunión con autoridades del organismo que retiene las últimas partes de la estructura que debe ser montada en el predio.
“Nos recibieron y nos informaron que el problema es administrativo. Cuando se revisaron los contenedores en el puerto, no coincidieron los inventarios, porque junto con las piezas del radiotelescopio llegaron objetos personales de quienes trabajan en el proyecto, como vajilla o cepillos de dientes. Eso genera una inconsistencia en la documentación y seguramente habrá una multa que pagar”, explicó.
El decano aseguró que, según les manifestaron desde Aduana, no existe una orden política para frenar la entrega del material. “Nos dijeron que al enterarse por los medios de comunicación de la polémica, decidieron suspender momentáneamente el trámite hasta que todo se aclarara”, señaló.
De todos modos, Castro advirtió que no se les informó un plazo para destrabar la situación. “Entendemos que esto se resolverá una vez que el Gobierno nacional confirme si permitirá o no la continuidad del proyecto”, sostuvo.
En ese contexto, adelantó que desde la Universidad solicitarán formalmente la intervención del gobernador Marcelo Orrego. “Quizás sea momento de que el gobernador insista ante Nación para garantizar la concreción del proyecto, sobre todo ahora que hay una etapa de diálogo abierta”, expresó.
Finalmente, el decano enumeró los tres escenarios posibles:
- El ideal: que las cuatro partes —el Gobierno nacional, la UNSJ, el Gobierno provincial y las instituciones chinas— firmen y renueven el contrato.
- El intermedio: que Nación decida no participar, pero permita la continuidad del proyecto con las otras partes firmantes.
- El negativo: que el Gobierno nacional prohíba su avance, una decisión que, según Castro, “sería inédita y perjudicial para la ciencia argentina”.



