Este crecimiento se relaciona con lo que en salud se denomina “sindemia”, la superposición de crisis que agravan los padecimientos existentes.

La directora de Salud Mental de San Juan, Noelia Villena, advirtió sobre un aumento en los intentos de suicidio y en los casos consumados en la provincia, un fenómeno que refleja la tendencia observada a nivel mundial tras la pandemia. Según la especialista, este crecimiento se relaciona con lo que en salud se denomina “sindemia”, la superposición de crisis que agravan los padecimientos existentes.
“Se ha visto un crecimiento a nivel mundial después de la pandemia. Es la pandemia después de la pandemia. Esto ya es una sindemia, y se ha visto un aumento exponencial de los padecimientos en salud mental. El suicidio también lo ha hecho”, afirmó Villena.
Si bien la tasa local todavía no alcanza los números internacionales, el incremento es significativo respecto a la población de la provincia. “En suicidio ha habido un alza muy pequeña, nosotros no tenemos una gran tasa hoy por hoy, pero es un alza que se nota, que es significativa para la población que tenemos”, precisó.
La funcionaria resaltó la importancia de hablar abiertamente sobre el tema. “Ya está comprobado que hablar calma, tranquiliza, y se habla en cualquier contexto. Tenemos que recordar que los padecimientos en salud mental son problemáticas sociales, donde tienen que intervenir todos los sectores: escuela, educación, seguridad, salud, pero también las familias y los amigos”, subrayó.
Villena explicó que el suicidio no es un hecho repentino, sino un proceso en el que suelen aparecer señales de alerta, como cambios en la conducta, aislamiento, abandono de actividades cotidianas, alteraciones en el sueño o en la alimentación y, en algunos casos, oscilaciones extremas en el estado de ánimo. “El suicidio no es una foto, el suicidio es una película, donde esa persona ha venido con un padecimiento durante mucho tiempo, mucho dolor, y ha pedido auxilio de diferentes maneras, tal vez uno no lo ha interpretado”, dijo.
Para la directora, la prevención comienza con la escucha y la presencia. “Muchas veces no es necesario dar consejos, sino acompañar. Preguntar, escuchar y compartir un momento disminuye cualquier tipo de conducta suicida. Acompañar no es necesariamente hablar, es estar. En algún momento la persona se va a sentir en confianza y va a poder expresarse”, señaló.
Villena también advirtió sobre factores que influyen en el incremento de los casos, como el consumo problemático de sustancias y el uso excesivo de pantallas. “El consumo de pantallas es otra cosa preocupante, porque viven como una vida paralela en las redes sociales. Piensan que así es, y que ese es el éxito, y le dan un significado al éxito que claramente no es el real. Eso genera frustración, sobre todo en adolescentes y jóvenes”, explicó.
Los especialistas remarcan que los intentos de suicidio se concentran especialmente en la adolescencia, mientras que los casos consumados aumentan en la adultez joven. A esto se suma el impacto de los cambios estacionales y del fin de año, períodos en los que los cuadros de ansiedad y depresión suelen intensificarse. “Desde agosto a diciembre, primeros días de enero, hay un aumento de los padecimientos mentales. Es nuestra temporada más alta”, concluyó Villena.