Diario Revolución Calingasta, te cuenta la historia de una mujer que, con su labor enorme, busca derribar las estigmatizaciones en la sociedad.

El Proyecto Los Azules contempla actualmente una mano de obra de 564 personas. Un gran porcentaje es de mujeres. Son 14 las perforadoras que trabajan las 24 horas y en una de ellas se encuentra Gisela Verón, la protagonista de esta historia.
A 3.600 m.s.n.m emergen historias emocionantes que ameritan ser contadas y esta es una.
Hasta finales del 2022, Gisela cursaba tercer año para convertirse en futura docente, pero lamentablemente el trajín y el clima fundamentalmente en invierno, se vuelven factores desgastantes para todas aquellas personas que deben trasladarse de un punto a otro, teniendo en cuenta que Calingasta es el departamento mas extenso territorialmente y sus localidades muy distantes una a otra. Para ser más puntuales el trasladarse a Barreal desde Villa Calingasta para estudiar, concierne un viaje ida y vuelta de lunes a viernes de 80 km. Entonces ella abandonó.
En el 2023 la vida y cotidianidad de Gisela, cambió radicalmente.
«Comencé a presentar Curriculum por todas partes en cada empresa minera de San Juan desde octubre del año pasado y presente en Proyecto Los Azules con el sueño de trabajar en la parte de cocina ya que había tenido experiencia laboral es ese lugar, un día me llaman para hacer una entrevista laboral entre muchas mujeres más y me dijeron que era para trabajar en perforación, nunca me imaginé que me iban a seleccionar y a la semana me llamaron para hacerme los estudios médicos», relató con emoción esta valiente mujer.

Por ser un trabajo que mayormente realizan los hombres ella se sintió extraña al principio, pero las capacitaciones previas fueron fundamentales para encarar algo nuevo en su vida: Ayudante de Perforista.
«Recibí muchísimas críticas, no del ambiente laboral sino de la sociedad en si por ser mujer y minera», contó.
Para este tipo de trabajo, la contención y acompañamiento psicológico de las empresas hacia sus obreros son imprescindibles, y ante esto «la predisposición hacia nosotras a sido excelente de todo el equipo de trabajo», recalcó feliz la ayudante de perforista.
¿Como es trabajar en minería siendo mujer ante una sociedad machista?
«Es un trabajo difícil y forzoso, lamentablemente el machismo siempre está y se nota. Los hombres quizás no ven la necesidad de una mamá soltera y yo como mamá le quiero dar lo mejor a mis hijos si tengo que agarrar una carretilla o una pala lo haré, es un esfuerzo enorme el que hago ahora trabajando en la minería en lugares con muchísimo frío con varias horas de trabajo, no cualquiera acepta este desafío», relató con total franqueza.
En un momento de la nota la emotividad se hizo presente, cuando Gise (como sus amigos le dicen) enumeró lo que extraña estando 20 días en la cordillera: «Extraño mucho a mis hijos y mi casa, todos los días me levanto pensando en ellos y le pido a dios que cuide de ellos, cuando bajo del proyecto lo primero que hago es hacer llamados por WhatsApp para saber como están».
Para finalizar, Gisela les dejó un mensaje positivo y emancipador a las mujeres calingastinas:
«Tienen que valerse por si mismas, nosotras las mujeres si podemos, así como podemos levantar una barra de 30 kilos podemos ante cualquier circunstancia de la vida, creo que ellas deben ser capaces y autosuficientes, así como yo todas pueden estoy segura. Les diría que piensen en positivo por sus hijos porqué cada sacrificio tiene su recompensa, todo se puede nada es imposible».
