Sin embargo, desde el Gobierno provincial aseguran que, aunque el escenario sea adverso, la provincia está mejor preparada para enfrentarlo.

El pronóstico hídrico para la temporada 2025-2026 no es alentador: se espera que el derrame promedio del Río San Juan sea de 950 hectómetros cúbicos (hm³), lo que representa un 24% menos que los 1.250 hm³ registrados el ciclo anterior. Sin embargo, desde el Gobierno provincial aseguran que, aunque el escenario sea adverso, la provincia está mejor preparada para enfrentarlo.
El director de Recursos Energéticos, David Devia, explicó que las mediciones níveas realizadas durante el invierno confirmaron un panorama “muy seco” para los próximos meses, pero destacó la importancia de contar con información precisa.
“Si bien todos lo toman como una mala noticia, en realidad es muy buena, porque ahora sabemos el escenario y el problema que tenemos. Vamos a poder adaptarnos y trabajar sobre la realidad hídrica para poder sobrevivir”, afirmó el funcionario.
Devia detalló que el Gobierno ya trabaja con un conjunto de herramientas para optimizar el uso del recurso: la redistribución del agua de riego y domiciliaria, la ejecución de obras en los repartidores, y la fijación de límites de distribución para los productores, entre otras medidas.
Asimismo, subrayó que la gestión actual logró duplicar la capacidad de reserva hídrica respecto a la situación heredada.
“Recibimos esta gestión con un 18% de capacidad de reserva y hoy tenemos el doble de ese valor. Antes no se hicieron bien las cosas, por eso no había reservas. Este es el camino que hemos encarado: administrar las reservas, y en eso estamos trabajando”, indicó.
El pronóstico, elaborado por el Departamento de Hidráulica, abarca el período comprendido entre octubre de 2025 y septiembre de 2026. Según el informe oficial, el volumen anual esperado oscila entre un mínimo de 761 hm³ y un máximo de 1.139 hm³, lo que obliga a extremar las estrategias de manejo del agua en toda la provincia.