Los años pasan y este edificio estratégico sigue abandonado y destruído. La actualidad en la obra pública no da buenos presagios en el presente y futuro inmediato.
En su época de esplendor, la hostería era un lugar que se explotaba económica y culturalmente. La comunidad disfrutaba de este lugar emblemático no sólo por su infraestructura sino por su localización, panorama y belleza paisajística.
Hace no muchos años, el lugar fue el punto de reláx para todos aquellos que elegían darse un chapuzón en la pileta municipal y degustar de alguna comida o bebida que se preparaban en este edificio. Era un espacio lleno de vida e impecable, hoy luce un aspecto fastasmagórico y espeluznante.
Su manejo pasó por manos privadas y el estado, pero en la actualidad es un aguantadero. Y está en las adyancencias del Cristo de la Misericordia, que definitivamente opaca la monumental figura religiosa de 30 metros.
En un recorrido por su interior se puede avizorar su estado de abandono y descuido. Paredes pintadas, techos rotos, olor nauceabundo, vidrios destrozados, baños inutilizables, el sector de cocina vandalizado, la escalera que conduce al primer piso en peligro de caerse, el cerámico del piso y paredes rotos. A esto hay que sumarle los profilacticos que se encuentran en el piso y las personas que en horas de la noche consumen bebidas alcohólicas y estupefacientes.

El contraste en un solo lugar. Por un lado una de las estructuras más icónicas de Calingasta como el Cristo de la Misericordia que se encuentra en buen estado con diferentes cuestiones que hacen a su culminación y una hostería con su pileta deterioradas. Los baños exteriores están abandonados pero en condiciones de volver a usarse sin mayores inversiones ya que las rejas impiden el ingreso de cualquier persona.
Ante una realidad adversa puntualmente hablando de inversión en obra pública, Diario Revolución Calingasta consultó al intendente Sebastián Carbajal, sobre su postura ante la desprotección de la hostería: «a la hostería hay que recuperarla, la estructura no está en condiciones y su remodelación es un trabajo muy caro, lo ideal es ponerlo en manos nuevamente de un privado porqué no vamos a llegar con los recursos municipales este año para ponerla en funcionamiento. Hay varios interesados en el ámbito privado lo que generaría el embellecimiento del lugar y la generación de mano de obra», enfatizó.

Si retrocedemos en la línea de tiempo, en el 2023 en plena Semana Santa, emprendedores de distintas asociaciones tomaron la firme decisión de cambiar estéticamente el interior de la hostería e hicieron con mucho esfuerzo y con recursos propios, la compra de pintura y pudieron modificar las pintadas que se veían en las enormes paredes del edificio pero sin embargo, la alegría duro poco. Los vándalos volvieron a la carga y arruinaron el fantástico trabajo hecho por mujeres y hombres que fomentan la actividad regional y cultural de Calingasta.
Nada hace presumir que durante 2024 el panorama edilicio de la hostería, pueda cambiar. A menos que aparezca un inversor privado que verdaderamente quiera apostar e invertir el capital necesario para refuncionalizar este espacio con valor turístico/cultural, inagotable.
El estado de la hostería, en imágenes















Por Redacción Diario Revolución Calingasta.
Calingasta, San Juan, Argentina.



