Luego del fin de semana XXL, el turismo continúa con su pernocte en Calingasta.
Subirse a una moto es una experiencia única que combina libertad, emoción y adrenalina. Es una forma de escapar de la rutina diaria y conectarse con la naturaleza. Las motos permiten a los pilotos experimentar una mayor sensación de libertad y conexión con la carretera en comparación con los automóviles. La sensación del viento en el rostro y la vibración de la moto bajo sus pies son incomparables.
Sergio, Ángel, Alfred, Julián y «El Tío» son cinco amigos que los une el amor a la ruta y las motos. Dicen que la verdadera libertad está en dos ruedas…
Este grupo, llegó a la Ciudad de San Juan y posteriormente a Calingasta desde Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires. Un trayecto de más de 1.200 km de distancia.
En diálogo con Radio del Valle y Diario Revolución Calingasta, Sergio, contó su sensación de visitar Calingasta: «venimos desde Bahía Blanca y queríamos conocer este sector que es bellísmo, tiene un encanto particular, su gente es maravillosa. Hace 9 años que viajamos juntos y Calingasta siempre es un lugar que me recomiendan visitar».
Por otro lado, Ángel, también se expresó públicamente: «es la primera vez que vengo a Calingasta, la verdad es un lugar muy lindo, conocimos Barreal y la Villa Calingasta. Es lindo resaltar que es un lugar limpio, es impresionante los paísajes, lo que nos rodea, se nota que se ha trabajado con convicción de futuro. Calingasta es un lugar que venís y querés volver. El estar al lado del río es increíble».
Para concluir, Ángel y Sergio se mostraron profundamente agradecidos con Calingasta por el buen comportamiento de su gente, sus lugares, belleza paisajística y con la promesa de volver pronto al departamento.
Mientras tanto, la ruta los espera.
La vida en dos ruedas
Por Redacción Diario Revolución Calingasta.
Calingasta, San Juan, Argentina.
